El Sol y la Luna
El primer Sol, el Sol del Tigre, nació en 955 a.c. Pero al final de un largo período de 676 años, el Sol y los hombres fueron devorados por los tigres.
El segundo Sol era el del viento. Él fue llevado por el viento y todos los que vivían sobre la tierra, y quienes se colgaban de los árboles para resistir a la tempestad se transformaron en monos.
Vino a continuación el tercer Sol, el sol de la Lluvia. Una lluvia de fuego se abatió sobre la tierra, y los hombres se transformaron en pavos.
El cuarto Sol, el sol de Agua, fue destruido por las inundaciones. Todos los que vivían en esta época se transformaron en peces.
El agua recubrió todo durante 52 años.
Pensativos, los dioses se reunieron en Teotihuacan:
- Quién se va a encargar ahora de traer la aurora sobre la tierra?
El Señor de los Caracoles, célebre por su fuerza y su belleza, hizo un paso adelante:
- Yo seré el sol, dijo él.
- Alguien más?
Silencio.
Todos miraron al Pequeño Dios Sifilítico, el más feo y desafortunado de los dioses, y decidieron:
- Tú.
El Señor de los Caracoles y el Pequeño Dios Sifilítico se retiraron a las montañas, que hoy son las pirámides del Sol y de la Luna. Allá, en ayunas, meditaron.
Luego los dioses formaron un inmensa hoguera, contemplaron el fuego y los llamaron.
El Pequeño Dios Sifilítico tomó impulso y se tiró a las llamas. Resurgió enseguida después y se elevó, incandescente, en el cielo.
El Señor de los Caracoles miró la hoguera ardiente, el seño fruncido. Avanzó, retrocedió, se detuvo, dio varias vueltas. Como no se decidía, exasperados, los dioses lo empujaron. Pero antes de que se elevara en el cielo, los dioses, furiosos, lo abofetearon y le pegaron en la cara con un conejo, tanto que le retiraron su resplandor.
Fue así que el arrogante Señor de los Caracoles se volvió la Luna. Las manchas de la Luna son las cicatrices de su castigo.
Pero el Sol resplandeciente no se movía.
El gavilán de obsidiana voló hacia el Pequeño Dios Sifilítico y le preguntó:
- Por qué no te mueves?
Y respondió, él, el menospreciado, el purulento, el jorobado, el cojo:
- Porque yo quiero la sangre y el reino.
Este quinto Sol, el Sol del Movimiento, iluminó a los toltecas e iluminó a los aztecas. Tenía garras y se alimentaba de corazones humanos.
La Leyenda de Huitzilopochtli
Cuenta la leyenda que Huitzilopochtli nació revestido con ropaje de guerra.: un escudo, sus dardos y su lanzadardos de color azul.
Sobre su cabeza llevaba un plumaje con orejeras. En su pié izquierdo tenía una sandalia adornada también con plumas. Sus muslos y sus brazos estaban pintados de color azul.
Este raro acontecimiento ocurrió, debido a que la madre de Huitzilopochtli, La diosa Coatlicue, que había tenido ya una hija llamada Coyolxauhqui y a otros cuatrocientos hijos que se convirtieron en estrellas, llamados surianos, volvió a quedar embarazada cuando la tocó una bola de plumas que cayó desde el cielo.
Coyolxauhqui y sus cuatrocientos hermanos consideraron este hecho como un agravio y decidieron entre todos matar a su propia madre.
Cuando la diosa Coatlicue se enteró de los macabros planes de sus hijos se sintió muy triste y vivía presa del miedo, esperando su muerte a cada instante, pero Huitzilopochtli, la tranquilizó hablándole desde su vientre y ella se calmó.
Los surianos se prepararon para matar a su madre como si fueran a una guerra, pero uno de ellos, llamado Quauitlicac, sintió pena por su querida madre y le contó al bebé por nacer, Huitzilopochtli, la traición que estaban preparando sus hermanos.
Cuando tenían todo preparado para aniquilar a su madre, nació Huitzipochtli, revestido para guerrear. Ahí mismo, hirió gravemente a su hermana Coatlicue, luego le cortó la cabeza y la arrojó hasta el cielo, transformándose en la luna. más tarde persiguió a los surianos y a los que no lograron escapar, los mató y los convirtió en estrellas.
Huitzipochtli, les quitó las armas y las vestiduras y se las puso él encima, más tarde se convirtieron en sus distintivos.
LEYENDAS MAYAS
Los mayas tras su paso por nuestro mundo, nos han dejado miles de intrigas, unos cuantos misterios y sobre todo fuentes de conocimiento realmente invalorables, demostrando una evolución realmente increíble para la época en la que nos encontramos. Sólo pensar que su calendario es tan exacto como el nuestro, sin estar relacionados para nada, nos hace pensar que eran verdaderos genios en muchos aspectos.
Y entre los grandes misterios que nos han legado, o lo poco que podemos conocer de ellos, tenemos el
Popol Vuh, el
libro sagrado de los mayas. En este libro encontramos el
mito de la creación del universo, como así el mito de la creación del primer hombre.
Pero en este caso nos abocaremos al
mito de la creación del universo según sus creencias, en lo que es una leyenda por demás apasionante y aunque no la transcribiré aquí por motivos de espacio y tiempo, si podremos conocer un poco más sobre ella, al menos a grandes rasgos pues realmente merece ser conocida.
En el mito sobre la
creación del universo para los mayas, tenemos tres personajes principales. Tres Dioses que existieron antes que existiese otra cosa sobre la Tierra. Ellos son
Tepeu, Gucumatz y en menor medida pero no menos importante,
Huracán, también conocido como “
corazón del cielo“.
Gucumatz o Kukulcan, uno de los Dioses creadores
Los dos primeros Dioses nombrados, realizan una especie de conferencia, donde concluyen que es necesario para mantener su herencia, el crear seres para que puedan adorarlos y recordarlos. Así comienzan la
Tierra y con los animales, pero al no hacerlo los “
castigan” a comerse unos a los otros. Luego vienen los intentos en crear al hombre, para lo que pasarán una verdadera
Odisea.
El primero, es de
fango, pero se deshace. El segundo, de
madera, pero carece de sentimientos y alma por lo que lo descartan de primera mano. El tercero (
y si, la tercera es la vencida),
crean al hombre a partir del maíz con la intervención de unos cuantos
Dioses más, pero siempre supervisados por los tres principales, y logran crear al hombre perfecto, claro que para ellos.
Pero el
Popol Vuh, además de tratar el mito de la creación del universo, también nos narra la historia de los gemelos
Hunahpú e Ixbalanqué, dos legendarios “
héroes” podríamos decirles, encargados de desterrar de la
Tierra a los señores de
Xibalbá
POPUL VUH
El
Popol Vuh o
Popol Wuj (El nombre k’iche’ se traduciría como: "
Libro del Consejo" o "
Libro de la Comunidad"), es una recopilación de varias leyendas de los k’iche’, el pueblo de la
cultura maya demográficamente mayoritario en
Guatemala. El libro tiene un gran valor histórico, así como espiritual. Se le ha llamado, erróneamente,
Libro Sagrado o la
Biblia de los mayas k'iche's.
[1]
Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera el origen del mundo, la civilización y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.
Creación referida
- Los dioses crean el mundo, crean los valles y las montañas.
- Los dioses crean a los animales, pero ya que no los alaban los condenan a comerse unos a otros.
- Los dioses crean a los seres de barro los cuales son frágiles e inestables y no logran alabarlos.
- Los dioses crean a los primeros seres humanos de madera, estos son imperfectos y carentes de sentimientos.
- Los dioses destruyen a los primeros seres humanos, los cuales se convierten en monos.
- Los dioses gemelos Jun Ajpu e Ixb’alamke destruyen al arrogante ser Wuqub’-Kaqix, y luego a sus hijos Sipakna y Kab’raqan...
II. Historias de Jun Ajpu e Ixbalamke
- Ixpiyakok e Ixmukane engendran dos hermanos.
- Jun Junajpu y Xb’akiyalo engendran a los "gemelos mono" Jun B’atz y Jun Chowen.
- Los señores de Xibalbá matan a los hermanos Jun Junajpu y Wuqub’ Junajpu, colgando la cabeza de Jun Junajpu en un árbol.
- Jun Junajpu e Ixkik’ engendran a los "héroes gemelos" Junajpu e Ixmb’alamke (la cabeza de Jun Junajpu escupe a la mano de Ixk’ik, embarazándola).
- Nacen los héroes gemelos y viven con su madre y su abuela paterna Ixmukane, compitiendo con sus medios hermanos Jun B’atz y Jun Chowen.
- Los "Héroes Gemelos" derrotan a los señores de Xib’alb’a, sobreviviendo a casa de la penumbra, los cuchillos, el frío, el jaguar, el fuego y los murciélagos.
III. Creación de los hombres de maíz. Descripción de comunidades
- Los primeros cuatro hombres reales son creados: B’alam-Kitze’, el segundo B’alam-Aq’ab’, el tercero Majuk’utaj y el cuarto Ik’i-B’alam.
- Las primeras cuatro mujeres son creadas.
- Tribus descendientes. Hablan el mismo lenguaje y viajan a Tulan.
- El lenguaje de las tribus se confunde y éstas se dispersan.
IV. Espera del amanecer y permanencia en Jaqawitz
- Surge Venus, seguida por el nacimiento del sol, causando gran alegría.
- Las deidades que traían desde Tula (Tojil, Awilix y Jaqawitz) se tornan de piedra (sólo escapa el duende Saqik’oxol).
- Los cuatro varones k’iche’ permanecen escondidos en la montaña.
- Por orden de Tojil, el dios patronal de los k’iche’, empiezan los secuestros de otras tribus para realizar sacrificios humanos ante esta deidad.
- Las otras tribus, desesperadas por los secuestros, envían cuatro muchachas bellas para seducir a los varones y lograr su derrota, pero son engañadas mediante cuatro mantos mágicos.
- Las otras tribus envían un ejército para vencer a los k’iche’ que se ocultan en la montaña, pero antes de llegar a ella, caen vencidos por un sueño inducido por Tojil, y los cuatro hombres k’iche’ les roban sus instrumentos de guerra.
- Muerte y consejos de B’alam Ki’tze’, B’alam Aq’ab’, Majuk’utaj, Ik’i B’alam
- B’alam Ki’tze’ deja a sus descendientes, los k’iche’, el “Pisom Q’aq’al”, o “Envoltorio Sagrado” que servirá como símbolo de su poder.
V. Relatos de migraciones
- Los hijos de los primeros padres k’iche’ regresan a Tula, donde reciben los símbolos de poder de manos de Nakxit. A su regreso al cerro Jaqawitz son recibidos con señales de alegría.
- Parten en una migración en busca del cerro donde habrán de establecerse finalmente y fundar una ciudad. En Chi K’ix se dividen algunos grupos. Pasan por Chi Chak, Jumeta Ja, K’ulb’a, Kawinal y Chi Ismachi’.
- En Chi Ismachi’ estalla la primera guerra, motivada por el engaño del grupo de los Ilokab’ a Istayul. Finalmente, los ilokab’ son reducidos a esclavitud.
- Crece el poderío de los k’iche’, causando el espanto de los demás pueblos.
- Se forman los tres principales chinamit de la Confederación K’iche’: Kawiqib’, Nija’ib’ y Ajaw K’iche’